Quiero hablarles de las personas ideales para ocupar la presidencia y las dos vicepresidencias, las 57 curules legislativas y los 990 puestos en los consejos municipales de todo el país, a partir de mayo de 2010.
Bueno, en realidad no les voy a hablar de las personas ideales, porque no existen. Difícilmente vamos a encontrar un partido político o una persona que reúna todas las características que desearíamos tengan quienes aspiran a gobernarnos.
Constantemente me topo con personas que me dicen que no van a votar por fulano porque está a favor de determinado tema al cual se oponen, o porque la fulana está a favor de algo con lo que no comparten.
A mi modo de ver, no podemos simplemente descartar a alguien solo porque diferimos en algún aspecto, cuando probablemente coincidimos en muchos otros. Escoger a quienes nos gobernarán es una tarea como muchas otras que emprendemos en la vida, la elección implica tomar decisiones y para ello se requiere un ejercicio responsable y reposado de análisis.
De acuerdo a los intereses particulares y consideraciones de qué es mejor para la colectividad, cada quien puede establecer las ventajas y desventajas que le ve a cada postulación. Cada una de las personas que aspiran a un cargo público tienen sus virtudes y sus defectos, la clave está en poner cada aspecto en la balanza y ver hacia cuál lado se inclina.
Si únicamente nos dedicáramos a buscarles los defectos, probablemente nos llevemos una gran desilusión y habrá quien decida que lo mejor es votar por nadie, siguiendo esa lógica, tendríamos un gran abstencionismo; pero lo peor que podría suceder en este caso, es que nos arriesgaríamos a que resulte electa la persona a quien la balanza se le incline más al lado de las desventajas.
Si queremos a nuestro país, debemos ser responsables y contratar a personas capacitadas para que lo administren, no podemos quedarnos por fuera de tan importante decisión. En este momento formamos parte del departamento de Recursos Humanos de una gran empresa, donde tenemos la tarea de evaluar currículos, para elegir la mejor oferta.
Pero bueno, no es fácil, resulta que en esta gran empresa llamada Costa Rica tenemos un sistema de contratación bastante complejo y para nombrar los equipos de trabajo que se encargarán del aparato legislativo y del accionar municipal, tenemos que elegir entre nóminas que ya vienen previamente diseñadas y no nos queda más que hacer una valoración general del paquete tal y como lo presenta cada partido.
Tamaña tarea va a significar esta elección, aún tenemos un poco más de tres meses para conocer mejor las ofertas, informarnos, evaluar, poner en la balanza las virtudes y defectos de cada quien y pedir iluminación divina para tomar la mejor decisión.
A la gente que es dizque progresista en este país, realmente le gusta perder, por no tener la humildad de sacrificar intereses propios para unirse por los intereses de una Costa Rica realmente unida.
ResponderEliminarA los verdaderos progresistas, se hace necesario ser inclusivo, participativo, constante y amplio diálogo con todos los sectores, para dejar atrás la polarización, y trabajar TODOS juntos por una Costa Rica realmente unida.
El único partido que hasta la fecha ha emprendido este viaje con estos principios democráticos, ha sido Acción Ciudadana, en el que hoy converje todo sector y cada rincón de Costa Rica.
Estoy de acuerdo con vos Elsa en el sentido que no podemos estar de acuerdo en todo lo que opinen o hagan los candidatos sin embargo estoy cansada de que mi voto sea por el menos peor o "anti-arias" (mismo caso con Laura CH).
ResponderEliminarEn mi caso necesito un candidato o candidata con más fuerza, que sea más cercano a mi pero que al mismo tiempo responda a las necesidades del pueblo, que su bandera sea la solidaridad, que archive la burocracia para actuar demanera oportuna, que tome decisiones sin que le tiemble el pulso y sin responder intereses de unos cuantos.
Que no ande en una gama de grises, que no sea complaciente, que no se olvide de quienes lo llevaron hasta arriba. Que sea un líder, que mueva masas, que inspire confianza.
Esas son las características que tiene que tener la persona a quien yo contrataría para esta empresa. En mi caso la plaza está vacante.