jueves, 25 de abril de 2013

El reto de contar con el equipo ideal


En un mundo que cada vez gira más de prisa, se requiere actuar con más diligencia y esta premura en ocasiones nos impulsa a descuidar detalles importantes; situación que debemos corregir si pretendemos dirigir exitósamente un proyecto.
Seleccionar el equipo de un proyecto requiere un proceso meticuloso de preparación de perfiles y análisis de candidatos, que no debe quedarse en revisión de documentos, sino que implica conocer a las personas más allá de lo que escriban en un papel.

Las personalidades pueden ser tan variadas, como personas hay en el mundo, por eso tampoco debe caerse en el error de creer que sólo determinadas características son deseables, sino que se debe valorar cuáles aptitudes y comportamientos pueden ser aprovechados en las tareas a desarrollar.
El primer paso para lograr el equipo ideal, según la Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos (Guía del PMBOK) es desarrollar un plan de recursos humanos.[1] Una buena planeación de lo que requerimos nos permitirá tener una base importante para buscar a las personas indicadas.
Esta planeación inicial debe contemplar el momento en que se requerirá a cada recurso, cada uno de los puestos requeridos, con el rol que desempeñará cada persona, así como la descripción de cada puesto, la formación y habilidades requeridas; idealmente, se puede complementar con un perfil del candidato. En éste se detallan las aptitudes y valores deseables en la persona que cumplirá cada función.
La información descrita se puede documentar mediante matrices de trabajo que faciliten el proceso y que servirán también de guía para medir el desempeño de las personas durante la ejecución del proyecto.
Desarrollar el plan no es una tarea que el gerente de proyecto deba realizar solo, o que se debe delegar exclusivamente en el área de Recursos Humanos, es una tarea conjunta que requiere tanto de la experiencia de los profesionales en recursos humanos, como del conocimiento del proyecto que tiene su gestor y complementarse también con el juicio de los gerentes funcionales, quienes conocen con mayor detalle las tareas a desarrollar en cada puesto.
Contar con la documentación clara del plan de recursos humanos es un insumo importante para hacer una buena elección; sin embargo, no es garantía de que se tendrá un buen resultado, ya que la pericia del director de proyecto entra en juego en el desarrollo del segundo proceso que estipula la Guía del PMBOK, que es adquirir el equipo.
Aspectos que influyen en esta adquisición son los factores ambientales de la empresa, tales como ubicación geográfica, políticas de administración del personal y estructura organizacional, entre otras.
Independientemente del tipo de organización y si el personal ya se encuentra en ésta, debe ser contratado específicamente para el proyecto o se contrata a una empresa proveedora de recursos, el director del proyecto debe utilizar todos los sentidos, su conocimiento y el buen tino, para elegir a las personas adecuadas. El reto está en poder elegir las personas indicadas, aún cuando las restricciones presupuestarias o por el tipo de organización se lo dificulten.
La capacidad de negociación del gerente de proyecto le permitirá en mayor medida contar con el personal requerido y con el presupuesto requerido para ese recurso humano que necesita.
Decíamos al inicio que se debe ver más allá de lo que está escrito en un currículo; dos personas que estén aspirando al mismo puesto pueden tener una formación similar y años de experiencia similares, manejar las mismas herramientas tecnológicas, pero no se comportan igual, por ejemplo uno puede ser más arriesgado en la ejecución de sus funciones que otro que sea más precavido. ¿Cuál de los dos es mejor? Eso depende de lo que deba hacer, de las características definidas en el perfil del candidato.
Esta es quizás la parte más difícil del proceso de selección del equipo del proyecto; porque no se trata de comprar equipo técnico, donde su calidad está garantizada por el rendimiento comprobado en otros proyectos y por las especificaciones técnicas. Cuando se trata de personas, no se comportan, ni rinden igual en diversas circunstancias.
En este sentido Pablo Lledó hace una advertencia: “No confiar en el “Efecto Halo” al momento de incorporar miembros al equipo. Por ejemplo, como fue un buen jugador de fútbol va a ser un muy buen técnico.[2] De acuerdo a esta recomendación, es importante poder advertir las aptitudes de la persona, por ejemplo alguien que es bueno para acatar órdenes y ejecutarlas puede desempeñarse muy bien en un puesto, pero al carecer de habilidad para tomar la iniciativa, no se desempeñe con la misma excelencia en otro puesto en el que deba ser más proactivo.
La selección del personal resulta ser un factor primordial para el buen desarrollo de un proyecto, ya que de esta depende que las personas que se incorporen al equipo del trabajo cuenten con los conocimientos y las habilidades necesarias para cumplir con los tiempos de entrega de cada uno de los productos y con la calidad pactada.
Por ello, estos procesos deben desarrollarse con la seriedad que implican y siempre enfocados al cumplimiento de los objetivos del proyecto.
Desarrollar correctamente el plan de recursos humanos y utilizar todas las herramientas necesarias para la adquisición del personal son factores claves y de especial cuidado para el desarrollo del proyecto.
Estos aspectos se verán complementados con los otros procesos de desarrollar y dirigir el equipo, ya que por más cuidado que se ponga en la contratación, dependiendo de lo que se requiera, necesitaremos instrucción adicional y seguimiento al desarrollo de las acciones.

Bibliografía

1. Project Management Institute (2008) Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos. Newtown Square
2. Lledó, Pablo. (2011)  Director de Proyectos. Cómo aprobar el examen PMP sin morir en el intento.  Victoria, BC, Canadá